lunes, 29 de octubre de 2012

Obesidad: ¿Sirven las dietas restrictivas?




No son las dietas sino los cambios en el estilo de vida lo que nos va a garantizar un descenso de peso adecuado, pero, sobre todas las cosas, sostenible en el tiempo.



TEXTO. DR. CRISTIAN J. MEYER. MÉDICO CLÍNICO. ESPECIALISTA EN NUTRICIÓN.



La obesidad es considerada una enfermedad de alta prevalencia en un gran número de países desarrollados, pero también en vías de serlo. Incluye, dentro de cada uno de ellos, a todos los sectores sociales, mujeres y varones, poblaciones adultas e infanto-juveniles.

Por esto es que se habla de epidemia global, “la gran epidemia del siglo XXI”. Se estima que en la población mundial actual casi 500 millones de personas tienen sobrepeso o son obesas (sobrepeso: índice de masa corporal [IMC] > a 25 K/m2; obesidad: IMC > a 30 Kg/m2). La misma trae aparejada un sinnúmero de complicaciones como diabetes mellitus tipoII, hipertensión arterial, dislipemia, enfermedad cardiovascular, enfermedades neoplásicas, óseas y articulares.


En cuanto el tratamiento, podemos afirmar que no son las dietas, sino los cambios en el estilo de vida los que nos va a garantizar un descenso de peso adecuado, pero sobre todas las cosas, sostenible en el tiempo. Las dietas restrictivas no funcionan para este tipo de pérdida. Lo único que logramos con estas “dietas de hambre” es incurrir en conductas dietantes, que en los últimos años han aumentado en forma considerable, ya sea por la presión social o la preocupación por la salud.



¿QUÉ SON?

Las dietas restrictivas son un mal método para bajar de peso, son aquellas que reducen considerablemente o eliminan el consumo de determinados alimentos. Toda aquella dieta que prohíba una gran cantidad de alimentos naturales es una dieta restrictiva. No hace nada más que alejarse de un modelo de alimentación equilibrada y “maleduca” a toda aquella persona que desea adelgazar, retrasando la solución de su problema.
Así, el primer resultado de las mismas, es el inicio de una alimentación desequilibrada que debe ser suplementada con polivitamínicos para cubrir las necesidades nutricionales básicas, además de perjudicar y hacer difícil una reeducación alimentaria para una pérdida racional de peso.
Con este tipo de dietas no se busca un cambio en el estilo de vida sino que se persiguen solo resultados. A través de ellas es cómo nos vamos transformando en dietantes crónicos.


DIETANTES CRÓNICOS

Se denomina dietantes crónicos a aquellas personas que viven eternamente a dieta con el objetivo de bajar de peso. Dietar es su vida, su modo de funcionar, de vivir, de pensar su mundo, es parte de su identidad.
Numerosos estudios han demostrado que el solo hecho de pensar en hacer una dieta puede disparar en la persona un descontrol en su alimentación,porque sabe que debe someterse a una restricción de comida y placer en el futuro.


Una vez que inicia este tipo de dieta,la persona se torna irritable, asténica y a veces depresiva. Esto es porque la privación de alimento implica un estrés para el organismo, que la percibe como una amenaza a su equilibrio. No debemos olvidar que tenemos un cuerpo diseñado hace más de 10 millones de años, en el cual el ser humano tuvo que desarrollar mecanismos de adaptación para poder sobrevivir a las épocas de hambruna. En un mundo moderno, signado por la “abundancia”, ese cuerpo, ante las dietas restrictivas, pone en marcha esos mecanismos haciendo imposible sustentar este tipo de dietas a largo plazo.

Esto nos lleva a entrar en un circulo vicioso de deseo de adelgazar- dietas de hambre-descontrol alimentario-rebote de peso, dando lugar al famoso “efecto yo-yo” de pérdida y aumento de grasa corporal, lo cual no es recomendable tanto desde el punto de vista orgánico como metabólico.
Los estudios demuestran que las personas recuperan más kilos que lo que lograron perder. Estas dietas restrictivas conforman el mayor predictor de descontrol alimentario y aumento de peso a corto plazo.


TRATAMIENTO ADECUADO

Como he mencionado, no se trata de “hacer dietas” para poder controlar el problema de obesidad, sino de “hacer cambios” en el estilo de vida, los que implica crear hábitos saludables relacionados con:
1- Una alimentación saludable, equilibrada, acorde a las necesidades relacionadas a las etapas de la vida.
2- Una adecuada actividad física.
3- La organización personal de tareas, trabajo, familia etc.
El tratamiento adecuado de la obesidad, debe ser conducido por un equipo multidisciplinario conformado por nutricionistas, clínicos, psicólogas, profesores de educación física; quienes van a facilitar los cambios necesarios para modificar el estilo de vida y lograr el descenso de peso esperado.
Por lo tanto, en enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad, tiene que existir, como dicen muchos, una interacción entre dos expertos: por un lado el equipo de profesionales aportando sus conocimientos clínicos, nutricionales, endocrinológicos, psicológicos; y por el otro, el paciente que es el único experto en sí mismo. Es él quien conoce sus debilidades y fortalezas.
Esta es la única forma de lograr los cambios de hábitos necesarios, que permitan alcanzar y mantener un peso cómodo, saludable y así evitar o minimizar las patologías relacionadas con la obesidad.

miércoles, 24 de octubre de 2012

La mejor forma de quemar las calorías del día es hacer dos minutos de ejercicio


Para quemar las colorías adquiridas en un día son suficientes 25 minutos al día de ejercicio físico, siempre y cuando se realice intercaladamente, con sesiones de unos dos minutos y medio. Esta es la principal conclusión de un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Colorado, cuyos resultados aseguran que concentrar todo el ejercicio diario tiene menos beneficios que distribuirlo a lo largo de toda la jornada.
El estudio demuestra que las personas que se toman pequeños descansos entre un ejercicio y otro, pero con varias repeticiones diarias, puedan llegar a perder hasta 200 calorías más. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores compararon la pérdida de calorías de personas que concentraban todo el ejercicio diario en media hora con las que realizaban cortos sprints en bicicletas estáticas durante dos minutos y medio. Los resultados del estudio A Single Session of Sprint Interval Training Increases Total Daily Energy Expenditure se presentaron durante este fin de semana en el sexto encuentro del simposio Integrative Biology of Exercise, en el que colabora la American Physiological Society.
La técnica ideal para personas con una menor voluntad
“Estas conclusiones son muy favorables para la gente que necesita perder peso pero que se desanima a la primera de cambio porque les resulta muy duro seguir una rutina de ejercicios en el gimnasio. Ahora sabemos que no es necesario un esfuerzo demasiado grande, sino que se logran mejores resultados espaciando en el tiempo los ejercicios”, explica Kyle Sevits, uno de los investigadores principales del estudio.

No es necesario un esfuerzo prolongado para perder peso, sino que se logran mejores resultados espaciando los ejercicios

Otros estudios anteriores ya habían demostrado que el entrenamiento físico concentrado mejora la condición física y el rendimiento deportivo, pero nunca antes se había cuantificado el número de calorías que se queman de una y otra forma. Además, en este caso se incluye también el factor motivacional de las personas, que suelen abandonar los ejercicios a los pocos días si se realizan de forma continua, mientras que si se distribuye el índice de abandono es mucho menor.
Resultados a corto plazo
Los participantes en el estudio fueron sometidos a la misma dieta calórica durante las pruebas, aunque adaptadas a las necesidades metabólicas de cada uno. Cuando se analizaron los resultados, los investigadores dedujeron que el mejor método para quemar calorías consistía en realizar cinco sesiones intensas de ejercicio de 30 segundos con descansos de cuatro minutos cada una y distribuirlas durante todo el día hasta llegar a los 20 o 25 minutos. Estos ejercicios, dicen los investigadores, pueden consistir en realizar pequeñas carreras o subir escaleras.
 “Al quemar hasta 200 calorías más con esta técnica, la gente podrá ver resultados a corto plazo. Si se hace siguiendo estas indicaciones ni siquiera se tiene por qué realizar ejercicio todos los días, con dos veces por semana será suficiente para conseguir estar forma”, añade Sevits. Sin embargo, no todo el mundo, sobre todo la gente mayor, está capacitada para hacer ejercicios tan intensos, aunque sean solo durante 30 segundos, según advierte el propio investigador. Por ello, explica que la mejor forma de seguir esta técnica es con ayuda de algún profesional y recomienda para ello echar mano de un entrenador personal.

martes, 23 de octubre de 2012

El ejercicio físico es mejor que la actividad mental para el cerebro




Un nuevo estudio , realizado por investigadores escoceses, indica que el ejercicio físico puede ser más beneficioso que las actividades mentales para reducir las consecuencias del envejecimiento del cerebro. Esto según reseña el portal The Wall Street Journal.

En la investigación a casi 700 personas nacidas en el año 1936, los científicos encontraron que quienes estaban físicamente activas mostraron menos signos de disminución del tamaño cerebral y otras alteraciones que en las que tenían menos actividad física.

Igualmente actividades sociales e intelectuales, tales como visitar a familiares y amigos, leer, jugar juegos intelectualmente estimulantes o aprender un nuevo idioma no afectan en casi nada el envejecimiento del cerebro.

Para la investigación se analizó los hábitos de ejercicio y se realizaron escáneres cerebrales en tres etapas distintas: cuando las personas tenían 70, luego 73 y ahora a los 76 años. Con ello se pudo comparar los cambios estructurales en el cerebro.

De acuerdo a los resultados el ejercicio aumenta la circulación en el cuerpo y ayuda a llevar más oxígeno, glucosa y otras sustancias necesarias para el cerebro lo que lo mantiene mas saludable. "Las personas que hacen ejercicio más tienen mejor salud cerebral", dijo Alan Gow, uno de los investigadores del estudio e investigador principal de la Universidad de Edimburgo en Escocia.

"Estamos llegando a apreciar el hecho de que las personas que permanecen físicamente activas son menos propensas a mostrar deterioro cognitivo", dijo Stephen Rao, director del Centro de Neuroimagen de la Clínica de Cleveland El Dr. Rao, quien no participó en el estudio escocés, ha señalado, sin embargo, que veía en el ejercicio y otras actividades en un punto en el tiempo en lugar de toda la vida.

viernes, 12 de octubre de 2012

Actividad física: ¿Estoy en condiciones de arrancar?



Es útil completar este estudio con un ecocardiograma doppler que permite ver el tamaño y estado de las cavidades, válvulas y paredes de su corazón.

Patricia Sangenis, médica deportóloga explica cuáles son los chequeos que se deben realizar antes de afrontar un plan físico.

Esta es la mejor época del año para realizar una evaluación médica y así conocer su estado de salud y estar seguro de que puede iniciar un plan físico sin riesgos. Pero también servirá para que evite autoengañarse esperando “el momento ideal” para hacerlo o temiendo que le descubran algo que le impida realizarlo: puede costarle muy caro. Si usted tiene una condición previa, como colesterol elevado, hipertensión arterial, diabetes o asma bronquial, más que prohibírsele la actividad física, puede ser su gran aliada. El médico evaluará cuál es su estado y lo aconsejará. En mi experiencia como médica, muy pocas veces he tenido que contraindicar la actividad física. Sí, en cambio, postergarla hasta cumplir un tratamiento.

En la mayoría de los casos, la clave es la intensidad y el tipo de trabajo. Aquí radica la diferencia entre el ejercicio físico saludable y benéfico y el entrenamiento peligroso.

La evaluación debe incluir un examen físico que conste de un examen cardiovascular (auscultación), un electrocardiograma en reposo para conocer la actividad eléctrica de su corazón y la frecuencia cardiaca y, si existen factores de riesgo aumentados (como sobrepeso, tabaquismo, hipertensión arterial, o antecedentes coronarios), o tiene más de 35 años, será necesario una ergometría o electrocardiograma de esfuerzo, que es similar al anterior pero se realiza haciendo actividad física para determinar cómo responden la presión arterial y la frecuencia cardiaca durante el esfuerzo físico.


Si tiene antecedentes de colesterol o triglicéridos aumentados, un eco doppler de vasos de cuello nos dará idea del impacto que pudiera haber producido el depósito de las grasas aumentadas en las carótidas, vías principales de oxígeno y nutrientes al cerebro.

Una evaluación postural, ortopédica y de la alineación de la columna permite prevenir dolores evitables y lesiones. Un simple espinograma (radiografía de toda la columna) nos dará idea del estado de la salud de la columna vertebral. Actualmente, la técnica digital permite una muy buena calidad de imagen.