viernes, 14 de diciembre de 2012

La actividad física previene o ayuda a reducir los síntomas de depresión y otros padecimientos: SSA


Ciudad de México.- La actividad física previene o ayuda a reducir los síntomas de depresión y ansiedad, así como de otros padecimientos en todas las etapas de la vida, indicaron autoridades de la Secretaría de Salud (SSA).



De acuerdo con los expertos, el mantenerte activado físicamente al menos 30 minutos diarios, es esencial para la salud de huesos, músculos y articulaciones, además acelera el consumo de energía y ayuda a mantener un peso adecuado.

Las personas que se mantienen ejercitadas conservan mejor su razonamiento, aprendizaje y discernimiento a medida que envejecen, al igual que están menos propensas a padecer osteoporosis, diabetes tipo 2, ataque cardiaco, accidente cerebrovascular y varios tipos de cáncer, indicaron.

En este sentido, los especialistas siguieron realizar tareas domésticas, trabajos de construcción generales, paseos con mascotas, subir escaleras, con la finalidad de que tu cuerpo se mantenga enérgico.

Asimismo, recomendaron caminar a paso rápido, bailar, andar en bicicleta a velocidad moderada y practicar deportes con los niños, ya que se ha demostrado que se tiene menos riesgo de adicción al alcohol, tabaco, marihuana, cocaína y otras drogas cuando se realiza ejercicio.

Fuente: http://mimorelia.com/noticias/102569

martes, 11 de diciembre de 2012

Destacan el rol de la actividad física en quienes sufrieron un evento cardíaco


Lo más importante es que el programa de ejercicios esté adaptado a las necesidades de cada paciente



La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte prematura en el mundo. Si bien existen múltiples factores que pueden predisponer el desarrollo de estas afecciones, lo cierto es que los hábitos y el estilo de vida juegan un rol fundamental no sólo para prevenir el desarrollo del primer evento, sino también para evitar que éste se repita, o bien que se presente algún episodio similar.

Por eso los especialistas suelen diseñar un plan de rehabilitación cardiovascular con dos objetivos: evitar el sedentarismo y combatir la obesidad, dos factores de riesgo sumamente peligrosos y frecuentes.

"Las personas sedentarias tienen mayor riesgo de morir por diferentes causas, así como también el doble de posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, en comparación con aquellas que son físicamente activas", expuso la doctora Cecilia Zeballos, jefa del Centro de Rehabilitación Cardiovascular del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA).

"Por eso -continuó- es fundamental que todas las personas, pero fundamentalmente aquellas que sufrieron un problema cardíaco como por ejemplo infarto de miocardio, angioplastia coronaria o cirugía de by pass, realicen ejercicio físico, siempre por supuesto en el contexto de un programa adecuado y ajustado a las necesidades de cada paciente, y bajo supervisión médica continua".

En este sentido, se sabe que realizar actividad física en el marco de este tipo de programas disminuye un 22 por ciento la mortalidad cardiovascular.

"Es importante que no pase mucho tiempo entre el evento y el comienzo de la práctica de actividad física. Por ejemplo, luego de un infarto agudo de miocardio es recomendable comenzar con un programa de ejercicios supervisados a los 7 días; mientras que después de una angioplastía coronaria se puede comenzar en forma inmediata, y luego de cirugía de by pass la indicación es arrancar a los 15 días aproximadamente", detalló la doctora Zeballos.

Además de los beneficios reportados en cuanto al estado de las coronarias, los programas de rehabilitación cardiovascular también mejoran la calidad de vida, reducen la depresión y ayudan a agilizar y facilitar la reinserción laboral (post evento), con lo cual es imprescindible realizar actividad física en este contexto.

"Por otro lado, moverse siempre es una buena alternativa para contrarrestar algunos de los principales factores que predisponen o agravan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares como por ejemplo el tabaquismo, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, el sedentarismo, el sobrepeso, la obesidad y la diabetes", refirió por su parte ladoctora Florencia Rolandi, integrante del grupo Corazón y Mujer de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) y médica asociada del servicio de Cardiología del Hospital Italiano de Buenos Aires (HIBA).

Fuente: Pro Salud News