sábado, 20 de abril de 2013

Vida Sana: Ocho claves para reducir el consumo de sal y cuidar tu organismo


El sodio que se encuentra en algunos alimentos se relaciona con enfermedades que restan calidad y tiempo de vida, por eso se debe reducir su consumo.

México DF. Las acciones más efectivas y eficaces paraconservar la salud se deben enfocar a evitar los excesos de sal y a buscar sabores alternativos que no conlleven riesgos de enfermedad, por ejemplo:

1. Enriquece tus comidas diarias con alimentos más naturales.

2. Guisa al vapor, así las cantidades de sodio serán diminutas, pues solo estarán presentes las que contienen los alimentos en sí mismos.

3. Usa otros medios de cocinado, no agregues sal. Al evitarla empiezas a apreciar y disfrutar el verdadero sabor de los alimentos.

4. Aceite de oliva virgen y/o pequeñas cantidades de vinagre natural, de manzana o de arroz,son una buena opción para sazonar ensaladas y platos fuertes.

5. Orégano, tomillo, epazote, perejil, albahaca, laurel, limón y similares ofrecen una excelente alternativa de sabor.

6. En caso de que para ti sea “obligado” el uso de alimentos industrialmente procesados, revisa las etiquetas para adquirir los que contengan menos sodio, y come porciones pequeñas.

7. No te sirvas aderezos, mayonesas, ketchup y productos de este tipo, como guarniciones o en mezcla con tus platillos fuertes.

8. La sal marina, no te libra del consumo de sodio, aunque teóricamente éste sería menor.

Fuente: Salud180.com

viernes, 5 de abril de 2013

Los siete indicadores de salud que enloquecen a las mujeres


Es un grupo de índices que dan información de privilegio sobre el cuerpo. Antes de tomar una decisión, deben ser interpretados por un especialista. En esta nota deInfobae, una guía para hacer los cálculos en casa




El peso de tu cuerpo no es el único indicador para saber si estás en forma o si realmente tenés que tomar algunas decisiones urgentes sobre tu estado de salud. Aquí te proponemos conocer siete herramientas, que te permitirán junto a la adecuada interpretación que realicen los médicos especialistas, obtener información precisa y adecuada sobre tu status saludable. Es fundamental poner esta información en contexto y no tomar decisiones aisladas.

Fórmula de Broca (FB)

Se calcula el peso ideal en base al sexo y a la talla pudiendo estimarlo a través de fórmulas y tablas confeccionadas según estudios poblacionales, y en base a una población de referencia. La fórmula es Peso=Altura (en centímetros) - 100, explica la Lic. María Inés Somoza, jefa de la División Nutrición de la Fundación Favaloro. Entonces según esta fórmula una mujer que mide 1,70 cm, debería pesar 70 kilos. Un error frecuente en el uso e interpretación del dato obtenido con este índice es creer que el valor corresponde al peso que una persona particular debe tener. Nada más lejos de la realidad: es el peso promedio característico de la población que posee características similares a las del individuo que se está analizando.

Indice de masa corporal (IMC)

Se usa para definir el peso “ideal” desde hace más de 100 años y es la cifra de la polémica en el mundo de la moda porque puede resultar engañosa y suceptible de manipulaciones.

Según un estudio de la Universidad de Navarra realizado sobre 6.000 personas, un 29% de las personas que son delgadas según su índice de masa corporal (IMC), serían en verdad obesas si se atendiera a su cantidad de grasa.

El IMC tiene una ventaja: se calcula de manera muy fácil. Basta con dividir el peso en kilos entre el cuadrado de la altura en metros. O, para hacerlo fácil, se puede dividir el peso entre la altura, y el resultado dividirlo otra vez entre la altura. Por ejemplo, para una persona de 70 kilogramos y 1,70 metros, su IMC es 24,2: normal.

Y así surge un listado fácil de comparar: si es menos de 15 se tiene infrapeso; entre 15 y 18,50, delgadez; entre 18,5 y 25, se está normal; de 25 a 30 se tiene sobrepeso, y, a partir de ahí, se está obeso.

Pero, como han visto los investigadores, esto no es así. “Comprobamos que el método del IMC ofrece una altísima tasa de error en el diagnóstico de personas obesas”, advierte Javier Gómez Ambrosi, investigador del Laboratorio de Investigación Metabólica de la Clínica, grupo liderado por la doctora Gema Frühbeck, directora del Laboratorio y presidenta de la Sociedad Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO).

Indice de cintura/cadera (ICC)

Es el parámetro antropométrico más atractivo para la evaluación de la obesidad abdominal. Su resultado tiene una muy buena correlación con la cantidad de grasa visceral. Es de muy fácil obtención y reproducible en el tiempo.

Los estudios indican que una relación entre cintura y cadera superior a 1.0 en varones y a 0.9 en mujeres está asociada a un aumento en la probabilidad de contraer diversas enfermedades (diabetes melitus, enfermedades coronarias, tensión arterial, entre otras).

El índice se obtiene midiendo el perímetro de la cintura a la altura de la última costilla flotante, y el perímetro máximo de la cadera a nivel de los glúteos.

Interpretación:

ICC = 0,71-0,84 normal para mujeres.
ICC = 0,78-0,94 normal para hombres.

Valores mayores: Síndrome androide (cuerpo de manzana).
Valores menores: Síndrome ginecoide (cuerpo de pera).

Circunferencia de la Cintura (CC)

Cada vez hay más evidencias de que la determinación aislada del perímetro de la cintura (en cms) tiene un valor similar al ICC. Por eso, la circunferencia de cintura es un índice que mide la concentración de grasa en la zona abdominal y, por tanto, es un indicador sencillo y útil que permite conocer nuestra salud cardiovascular.

Es muy fácil de medir, sólo se necesita una cinta métrica que se extiende rodeando la cintura. Con el torso desnudo y los pies juntos, hay que relajar el abdomen y rodear la cintura con la cinta métrica, a la altura del ombligo, sin presionar.

Según el sexo de la persona, los datos se interpretan de una forma u otra. Así, en mujeres existe riesgo de padecer enfermedades asociadas a la obesidad a partir de los 82 cm, mientras que si sobrepasa los 88 cm el riesgo es muy elevado. En cambio, en hombres hay riesgo a partir de los 94 cm, mientras que éste se convierte en riesgo elevado a partir de los 102 cm. Por debajo de estos niveles, se considera que no hay riesgos evidentes para la salud. en general es deseable que no supere los 100 cm.

Pliegues Cutáneos (PC)

La medición de los pliegues cutáneos se usa para estimar las reservas grasas. Para realizar esta valoración medimos en unas zonas determinadas el espesor del pliegue de la piel, es decir una doble capa de piel y tejido adiposo subyacente, evitando siempre incluir el músculo. Se mide en milímetros”, puntualiza la Lic. Somoza.

La posición para este estudio tiene que ser la clásica antropométrica (“estándar erecta” o “firmes”) y la musculatura del estudiado tiene que estar relajada.

El especialista que realice el estudio, en el sitio marcado para cada pliegue, atrapará firmemente con el dedo índice y pulgar de la mano izquierda las dos capas de piel y tejido adiposo subcutáneo y mantendrá el compás con la mano derecha perpendicular al pliegue, observando el sentido del pliegue en cada punto anatómico. La cantidad de tejido elevado será suficiente para formar un pliegue de lados paralelos.

Nunca se atrapará músculo en el pliegue y una buena técnica para comprobarlo, es indicarle al estudiado que realice una contracción de los músculos de la zona cuando se ha cogido el pliegue. Se liberará el pliegue y se volverá a realizar la toma válida con la musculatura relajada.

El compás de pliegues cutáneos se aplicará a un centímetro de distancia de los dedos que toman el pliegue, el cual se mantendrá atrapado durante toda la toma y la lectura se realizará aproximadamente a los dos segundos después de la aplicación del plicómetro, cuando el descenso de la aguja del mismo se enlentece. Para obtener una medida fiable se recomienda repetir dos o tres intentos en cada medición de un pliegue y registrar la media entre los valores obtenidos, después de haber eliminado los registros claramente erróneos. Las zonas a medir son los brazos, torso, muslos, abdomen, pecho, axilas y piernas.

Indice Glucémico

La mayor parte de los alimentos contienen carbohidratos en diferentes proporciones. Pero desde el punto de vista nutricional es importante no sólo esta cantidad de carbohidratos, sino también lo rápido que se digieren y se absorben en sangre. Para una enfermedad como la diabetes, conocer esto último puede ser importante ya que se deben controlar los niveles glucémicos. También es útil para la práctica del deporte, ya que proporciona información sobre los alimentos más apropiados para obtener energía o para recuperar las reservas energéticas.

Para establecer el índice glucémico de un alimento, se recurre a personas voluntarias en las que, tras un ayuno nocturno, se mide la glucemia después de haber ingerido una cantidad del alimento en cuestión (la cantidad de alimento tiene que ser tal que proporcione 50g de carbohidrato disponible biológicamente). Las medidas de la glucemia se realizan a intervalos de tiempo previamente establecidos, hasta un máximo de 120-180 minutos. Tales medidas se comparan con las de un producto de referencia, como la glucosa o el pan blanco (50 g), al que se le asigna arbitrariamente un índice 100. El cociente entre las áreas de las respectivas curvas se denomina índice glucémico. El índice los clasifica de 0 a 100, los que tienen un indice mayor a 70 son considerados como “altos” por subir rápidamente los niveles de glucosa en sangre. Los que presenten rangos de entre 59 y 60 son moderados y aquellos con un índice menor a 5 son bajos.

Indice ORAC (sigla en inglés)

Este sistema de valores, que traducido del inglés significa Capacidad de Absorción de Radicales de Oxígeno, ha sido elaborado por la Universidad Tufts, de EEUU, con el fin de proporcionar un medio rápido y confiable para conocer qué tan beneficioso puede ser un alimento para enfrentar el problema del estrés oxidativo o proceso de oxidación, poseyendo un margen de error de +/- 5%.

El ORAC es una escala de valores en la que se registran numéricamente el grado de efecto antioxidante de cada alimento mediante un estándar de medición y plasmado para cada 100 gramos de alimento. Mientras más alto es el valor asignado en este índice a un alimento, mayor es su poder antioxidante.